Según nos explican en su web, el nombre del restaurante viene de un popular juego de cartas japonés, el Hanafuda o "Juego de las flores". Bouzu es una de las cartas de este juego, la cual representa una luna llena sobre un campo de cultivo (esta carta es la tarjeta del restaurante).
En este local se recrea la atmósfera típica de Japón, siendo un espació cómodo, acogedor y con buen ambiente (o lo que es lo mismo, el ambiente es muy parecido al auténtico Japón, tanto en servicio como en sabor).
Aquí os daréis cuenta que los japoneses no sólo viven de pescado crudo. Si sois de los que vais a restaurantes japoneses únicamente para comer Sushi, este no es vuestro local ya que no tienen. Sí, habéis leido bien, no sushi amigos!! Eso sí, es perfecto para llevar a los típicos amigos, familiares y conocidos que no quieren pisar un restaurante de esta cultura ya que según ellos "sólo se come pescado crudo".
Lo normal en Bouzu, es que sirvan un aperitivo, pero en esta visita no nos dieron nada (será porqué era el mediodía de un Jueves? Un par de veces que he ido a cenar en fin de semana si que nos habían puesto el aperitivo). De todas maneras sin el aperitivo, quedamos tan llenos que tuvimos que pedir que uno de los platos nos lo pusieran para llevar.
El servicio es muy atento y simpático pero tiene un pequeño punto flojo, y es que traen los platos casi todos a la vez, pudiendo ser difícil caber en la mesa dependiendo de la cantidad y el tamaño de los platos.
Bueno, comenzamos a hablar de los platos que comimos en esta ocasión, todo ello acompañado de agua y una botella de Sake Ozeki:
Hiyashi Chuka. Era una de las platos del día (aunque supongo que lo será de todo el verano). Es un plato de fideos fríos con verduras, tortilla japonesa a tiras y trozos de jamón dulce. Plato ideal para esta época del año, muy bueno y refrescante. Decir que el caldo con el que venían era un auténtico vicio.
Gyoza Senbei. No son las típicas empanadillas de carne y verduras ya que aquí te las sirven fritas y muy crujientes. Seremos sinceros, más que empanadillas recuerdan a raviolis, pero que más da la forma mientras este bueno!! La parte mala de esta tapa, es que el relleno es un poco escaso y se encuentra en el centro. Lo mejor: aunque escaso, el relleno es de los mejores que he comido y la masa al estar frita (y bien desengrasada) es muy crujiente. Excelentes, de las mejores Gyoza que he probado.
Tempura Moriawase. Una tempura variada de verduras (seta, berenjena, calabacín y pimiento rojo) y mariscos (gambas y sepia). Muy bien hecha, ligera y para nada grasa. Sin duda superior al plato de Tokyo-Sushi. Lo mejor de todo fue la sepia, una auténtica delicia.
Katsu Don. Plato de cerdo rebozado sobre una base de arroz con verduras y tortilla. Realmente muy bueno y contundente. Cometimos el error de pedir la ración completa en lugar de la media ración. Digo error porqué aun habíamos pedido otro plato más y este ya nos dejo casi llenos.
Okonomiyaki Kaisen. La famosa pizza japonesa, en esta ocasión de marisco. Sin lugar a dudas mucho mejor que la versión que tienen aquí de cerdo y que ya había probado en otra ocasión. Se podían ver los trozos de sepia y el gusto inmejorable. Por desgracia (y aún pedir la pequeña) no pudimos acabarla porqué estábamos completamente llenos y pedimos que los trozos que sobraron nos los pusieran para llevar. Lo que lleva por encima es katsuobushi, virutas de bonito seco rallado que tienen un fuerte sabor a pescado. Con el calor del plato estas virutas se mueven por la acción del vapor provocando una gran sorpresa en quien no lo había visto nunca ;-)
Y esto fue todo, no nos quedaba espacio ni para el postre.